Para preparar nuestra piel para el verano podemos ayudarnos con una dieta rica en antioxidantes, con betacarotenos y ácidos grasos
Ya está aquí el verano, y con él, nuestras ganas de lucir un buen bronceado. Para ello, tenemos que preparar la piel con antelación para que cuando salgan los primeros rayos de sol esté protegida y se pueda potenciar el bronceado.
Para conseguir acelerar el bronceado, los alimentos pueden servirnos de gran ayuda ya que algunos como zanahorias, tomates, las espinacas, la papaya, el mango, o la calabaza, ricos en betacarotenos, potencian la pigmentación y activan la melanina. Un tiempo antes de exponernos al sol, siempre aplicando un adecuado protector solar, podemos preparar nuestra piel y potenciar nuestro tono, a esto nos ayuda una dieta rica en alimentos antioxidantes, con betacarotenos y ácidos grasos.
Por eso, debemos empezar ya a incluir en nuestra dieta diaria ensaladas con tomate y zanahoria regadas con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, que aporta ácidos grasos saludables y vitamina E, y también pescados azules (atún, boquerones o caballa), que aportan Omega 3. Y es que para prolongar el bronceado juega un papel fundamental los ácidos grasos que hidratan y dan elasticidad a la piel.
Importante: Antioxidantes e hidratación
A lo largo de todo el año debemos tomar alimentos antioxidantes, pero debemos incrementar su consumo durante los meses de verano, ya que neutralizan la acción de los radicales libres que producen el sol en la piel. La principal fuente de antioxidantes son la fruta y las verduras, que no deben faltar nunca en una dieta equilibrada.
Para mantener la piel en buen estado también es fundamental la hidratación, sobre todo con la llegada del calor, por lo que es necesario tomar de dos litros a dos litros y medio de agua para mantener el cuerpo y la piel perfectamente hidratados.
También podemos recurrir a complementos alimenticios, que ayuden a nuestra piel a activar la melanina y, así, protegerse de los rayos solares.
Finalmente, no podemos olvidar que la exposición al sol debe hacerse siempre con la protección de adecuadas cremas solares con un alto factor de protección y evitar las horas de riesgo, entre las 12.00 y las 16.00 horas, para evitar quemaduras.
Si unimos estos consejos en un dieta semanal, además de ayudar a lucir un bonito bronceado, mantendremos a raya el control de peso, y conseguiremos tener una piel en perfecto estado para pasar por una sesión de bronceado y mantenerlo durante mucho más tiempo.